Ya iba tocando preparar algo fresquito porque los calores empiezan a apretar, al menos aquí en Madrid. Con lo mal que llevo yo las altas temperaturas... Como buena chicarrona del norte, me encuentro mucho más a gusto con el frío y con siete mantas encima que sudando como un pollo todo el día debajo del ventilador. Pero no os creáis que esos sudores me están haciendo dejar el horno quieto: yo sigo con mi fiebre panarra, solo que me veo obligada a hornear a primera hora de la mañana para poder sobrevivir a ello XD. Y como dejo el pan hecho tan pronto, luego el resto del día ya puedo dedicarlo a preparar otras cosas más acordes a estas temperaturas.
Como por ejemplo estas panna cottas que os traigo hoy, un postre facilísimo y muy fresquito, perfecto para dejar preparado con antelación y disfrutar en compañía de familia y amigos, ahora que por fin ya podemos.
Estas panna cottas son más ligeras al estar elaboradas sólo con leche, pero podemos sustituir toda la cantidad de leche o parte de ésta por nata para montar (mín. 35% M.G.), y de esa forma conseguiremos que queden más cremosas.
Panna cotta de Baileys y chocolate.
(Receta para unas 6 unidades)
Ingredientes:
- 500 ml. de leche
- 60 gr. de azúcar
- 1 cucharadita de vainilla en pasta
- 150 ml. de Baileys o cualquier otra crema de whisky
- 7 hojas de gelatina
- Para la cobertura:
- 200 gr. de chocolate negro para postres
- 150 ml. de leche
- Grosellas para decorar
Preparación:
- Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en un bol con agua fría. Reservamos.
- En un cazo a fuego medio ponemos la leche, el azúcar, la vainilla y el Baileys y calentamos. Retiramos del fuego justo cuando comience a hervir.
- Escurrimos bien la gelatina y la añadimos a la mezcla de Baileys. Removemos bien, asegurándonos de que se disuelva totalmente.
- Vertemos la mezcla en los vasos elegidos y llevamos a la nevera un mínimo de 3-4 horas para que cuaje completamente.
- Cuando hayan cuajado, ponemos en un bol el chocolate troceado junto con la leche y calentamos al microondas un minuto a máxima potencia, vigilando que no hierva. Removemos para que el chocolate se funda del todo y se mezclen bien ambos ingredientes.
- Repartimos el chocolate sobre las panna cottas y decoramos con grosellas frescas.
- Mantenemos refrigerado hasta el momento de consumir.
Ya habéis visto que no tienen complicación ninguna, y os puedo asegurar que están buenísimas. Espero que os animéis a probarlas y me contéis!
Besos!