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Sobaos pasiegos tradicionales (y paso a paso para hacer los moldes en casa)

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Si hay unos dulces típicos de mi tierra que sean archiconocidos, además de la quesada, son los sobaos pasiegos. ¿Quién no ha probado uno alguna vez? 


Los sobaos son un dulce cántabro típico de los Valles Pasiegos, especialmente en los valles de Selaya, Vega de Pas, Villacarriedo y Alceda-Ontaneda, aunque su popularidad ha hecho que se encuentren en prácticamente toda la región y parte de las provincias aledañas. Sin embargo, el sobao pasiego como tal tiene Indicación Geográfica Protegida desde el año 2004, lo que significa que sólo los sobaos elaborados en la zona recogida en dicha Indicación se podrán considerar "pasiegos". Dicha zona se encuentra centrada en la denominada comarca del Pas, que abarca la zona delimitada por los ríos Pas y Pisueña y el área de influencia de dichos ríos.


Siempre que vuelvo a Cantabria, aprovecho para abastecerme y me traigo al menos un paquete de sobaos. Se pueden encontrar muchos tipos de sobaos en el mercado, aunque no todos son sobaos auténticos. Un buen indicador es el color: la gran cantidad de mantequilla que tienen estos dulces hace que tengan un intenso color amarillo.

Como no subo a mi tierra tantas veces como para tener sobaos suficientes hasta mi vuelta, la mejor manera de tener un suministro más frecuente es prepararse uno mismo los sobaos en casa. En realidad, como no los haremos en la zona de la Indicación Geográfica Protegida, no serán considerados pasiegos, pero a mí me valen divinamente :)

La receta en sí es muy sencilla. Se pueden hacer en cápsulas de magdalenas, en moldes de aluminio o en forma de bizcocho, de cualquier manera quedarán buenísimos. Sin embargo, la manera tradicional de hornearlos es con unos moldes cuadrados de papel encerado que no es fácil encontrar hechos. Pero no hay problema, también podemos hacerlos en casa siguiendo el sencillo paso a paso que os traigo a continuación.

1.- Para hacer moldes para sobaos necesitaremos papel encerado o papel barba. No nos servirá el papel de horno normal, porque es demasiado endeble, no tiene la consistencia suficiente para soportar la masa sin que se desparrame ni pierda la forma. El papel barba lo compro en Santander, en unas papelerías que se llaman Studio, aunque imagino que se podrá encontrar en más sitios.


2.- Lo primero que vamos a hacer es cortar un cuadrado siguiendo las medidas de la foto. Marcamos con una regla las lineas que van a formar las distintas partes del molde, para tener una referencia de por donde doblar después.


Con estas medidas tendremos unos sobaos de un tamaño grande, aunque no tan grande como algunos que se encuentran en el mercado (los más conocidos, los de El Macho). Para mi gusto es el tamaño ideal, porque cuando son más grandes muchas veces no soy capaz de comerme uno entero. 

3.- Primero doblamos hacia dentro uno de los laterales por una de las marcas interiores:


4.- Hacemos lo mismo con la marca del otro lado, doblando también hacia dentro; nos tiene que quedar como un tríptico, así:


5.- Ahora doblamos hacia fuera por las marcas laterales exteriores, así:


6.- Ahora doblamos hacia dentro por las marcas de los extremos superior e inferior del molde:


7.- Ahora vamos a fijarnos en las líneas rojas, y vamos a juntarlas entre sí:


Tienen que quedar así, juntas:


8.- Hacemos lo mismo con las cuatro esquinas:


9.- Doblamos las esquinas hacia dentro, de esta manera:




10.- Por último, bajamos la solapa sobre las dobleces, en ambos lados, y ya tendremos nuestro molde montado.


(*) Yo lo que tengo es una plantilla con las medidas ya anotadas, y la utilizo como modelo para cortar y doblar sobre ella el resto de moldes, y así no tener que marcar con lápiz y medir en cada uno de los moldes.



La forma tradicional de hacer los sobaos es a mano, en un bol grande, removiendo con la mano o con una cuchara de madera todos los ingredientes. Sin embargo, yo lo he hecho un poco más fácil, utilizando la batidora para el primer paso (mezclar los ingredientes húmedos). Pero si queréis probar al modo tradicional, tampoco es nada difícil.

Sobaos pasiegos

(Fuente: Cocina Cántabra, de Concepción Herrera de Bascuñán. Cantidades para 9 sobaos de las medidas arriba indicadas).


Ingredientes:


  • 250 gr. de harina
  • 250 gr. de mantequilla sin sal, derretida y atemperada
  • 250 gr. de azúcar
  • 3 huevos
  • 1 cucharada de ron o cognac
  • 1 pellizco de sal
  • Ralladura de un limón
  • 3 cucharaditas de levadura en polvo

Preparación:


  1. Precalentamos el horno a 190º, calor arriba y abajo sin ventilador.
  2. Ponemos nuestros moldes ya hechos sobre una bandeja de horno. NO hay que engrasarlos.
  3. Derretimos la mantequilla al microondas, con cuidado de que no hierva. Dejamos atemperar.
  4. Tamizamos la harina junto con la levadura. Reservamos.
  5. En el bol de la batidora ponemos los huevos, ligeramente batidos, el azúcar, el licor, la ralladura de limón, la sal y la mantequilla, y lo batimos todo hasta conseguir una crema homogénea.
  6. Incorporamos la harina y la levadura, y mezclamos suavemente con una espátula, removiendo bien hasta que esté todo bien integrado.
  7. Repartimos la masa en los moldes y los alisamos con la espátula.
  8. Horneamos unos 15 minutos, hasta que veamos que comienzan a dorarse. No hay que dejarlos mucho en el horno o se resecarán.
  9. Una vez hechos, sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.




Estos sobaos son vistos y no vistos en mi casa. Tendríais que ver a mis hijas suplicándome con cara del gato de Shrek que las de un trocito. Hasta mi marido el no-goloso es capaz de disputar a sus propias hijas el último sobao de la tanda!

Probad a hacerlos y me contáis! Y si queréis luego mandarme el resultado y que lo publique en Facebook, mandádme un correo con vuestra foto y vuestra experiencia!

Besos!
Montes

Expo Tarta 2014

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De nuevo otro año se celebra en Madrid la Feria de Repostería Creativa más importante del territorio nacional, o al menos una de las más importantes: Expo Tarta. En esta edición la novedad ha sido el lugar: en vez de en el hotel Eurobuilding como en ediciones anteriores, se ha elegido el Pabellón de Convenciones de la Casa de Campo, un recinto mucho más amplio, donde tanto los expositores como los visitantes pueden estar más cómodamente y con más espacio para exponer y para pasear.

Por supuesto, aquí la menda no podía faltar a la cita, y eso a pesar de que este fin de semana celebramos el cumple de mi hija pequeña y os podeis imaginar cómo tengo la agenda. Sin embargo, tenía reservada por lo menos la tarde del viernes para poder acercarme a dar una vuelta y saludar a mucha gente que conoces de forma virtual y que, gracias a cosas como ésta, puedes al fin poner cara y hablar "en 3D".

La pena es que al poder ir sólo el viernes, me he quedado sin ver a Marina de The Sweetest Taste, a Esther de La Cuinera y a Raquel de Raquel's Kitchen, que no venían a la Feria hasta el sábado. Pero bueno, chicas, la próxima vez sin falta nos vemos!

A pesar de ello, he podido saludar a Melania, de Sweet Magazine, a Helga, de Barroco Cakes, a Virginia de Dulce Bichito, a Mer y Mariapi, de Muy Dulce Vinuesa, y a las chicas de Tu Armario Mágico, Carolina, Nuria y Valeria.

Para variar, de nuevo este año me ha parecido que uno de los expositores más bonitos ha sido el de las hermanas Vinuesa: sus galletas en colores pastel son tan monas que no puede haber nadie a quien no le gusten. También el expositor de Tartarte tenía a mi parecer algunas de las tartas más chulas de la Feria, aunque no sean las más espectaculares. Para espectaculares las de Barroco cakes, que siempre impresionan por sus increíbles modelados en 3D y su gran realismo y calidad artística. 

Una cosa que creo que debo destacar, porque me ha parecido que no ha estado muy bien pensado, es que este año la exposición de tartas, cupcakes y galletas que se presentan a concurso se han colocado en una galería del piso superior (hasta ahí bien). Pero por razones desconocidas (imagino que porque, al estar al lado de unos grandes ventanales, no querían que la luz del sol diera directamente sobre las obras expuestas) han tapado dichos ventanales con unas telas de color rojo, que le daban a la exposición una atmósfera rojiza que no le sentaba demasiado bien a las obras y que hacía prácticamente imposible sacar una foto medianamente decente de las mismas: o ponías el flash a tope (con el consiguiente "flashazo" y quemado de la fotografía) u obtenías una foto totalmente roja. En fin, he hecho lo que he podido, pero luego podréis ver que, a pesar de que he intentado corregir un poco ese efecto en la edición de las fotos, siguen estando rojizas. Algunas incluso han salido tan mal que no he podido ni subirlas, lo que me da mucha pena porque había obras preciosas que no voy a poder colgar aquí.

Bueno, no me enrollo más y os dejo una selección de todo lo que he podido ver. Espero que os guste!








Las obras de Barroco Cakes son espectaculares!

Allí estaba Chicote de verdad!

Es que el stand de Mer y Mariapi es super monísimo!





Geniales los chicos de Tartarte!


Por favor. Mi tarta más favorita del mundo mundial! Me la pido! Adoro al Grumpy Cat! Es GENIAL!




Esta tarta resulta un poco inquietante...






Las chicas de Mira que Tarta hicieron estas tres preciosidades para el stand de Sweet Magazine.
Adoro el estilo Art Decó de la de la derecha, es absolutamente divina!









Esta tarta de Frozen, de Margala Dulces Tentaciones, es PRECIOSA! A su lado, mi intento de tarta de Anna queda muy atrás...









Y aquí empieza la sección de Concurso... Las que estaban al principio y al final de la mesa recibían más luz  blanca natural
y, por tanto, se ven mejor, pero en el resto observaréis esa horrible tonalidad rojiza...














Es una galleta! Preciosa!


XD! Soy muy friki de las series, así que estas galletas me encantan!













Y por último, me encanta esta foto con Valeria, Nuria y Carolina, de Tu Armario Mágico! Me ha encantado charlar con vosotras!
Después de esta visita, me ha quedado muy claro que el nivel actual de la Repostería Creativa en España es muy alto, sin envidiar en absoluto al de otros países donde este tipo de arte tiene ya muchos años de tradición. Algunas de las piezas exhibidas en esta Feria son sin ninguna duda auténticas obras de arte.

Como ya he dicho arriba, mi tarta muy favorita es la del Grumpy Cat, es genial! Cuál es vuestra favorita?

Besos!
Montes

Perrunillas

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Hoy, como último lunes de mes, toca publicación de la Tia Alia. Y en esta ocasión me he llevado un alegrón cuando vi cuál era la propuesta dulce: unas perrunillas.


Las perrunillas son un dulce tradicional, típico de varias regiones españolas. Son como unas pastas hechas con manteca de cerdo, y en algunos lugares se las aromatiza con anís, limón o canela. Uno de los lugares de donde son muy típicas es en Extremadura.


Y es que, como algunos sabréis, estuve casi siete años viviendo en Mérida, Badajoz, unos años estupendos durante los cuales me casé y tuve a mi primera hija. Nunca antes había ido a Extremadura, ni siquiera de excursión, por lo que me sorprendió muy gratamente por lo hermosa que es y sobre todo por el carácter tan abierto de los extremeños. Yo, como buena norteña, cumplo todos las características del estereotipo y debo confesar que, inicialmente, me cuesta bastante relacionarme (roto el hielo ya es otro cantar). Por eso fue una sorpresa y un placer encontrar allí a personas que nos acogieron como si nos conocieran de toda la vida y que nos abrieron sus casas y sus corazones como a un familiar más. 


Estando allí probé por primera vez las perrunillas, y debo decir que me encantaron. Me gustaba tomarlas con un gran vaso de leche, mojándolas hasta que se ponían blanditas. Siempre que volvía a Madrid de visita traía conmigo al menos un caja de ellas. Sin embargo, desde que nos marchamos de Mérida no había vuelto a probarlas, y casualmente llevaba ya un tiempo barruntando prepararlas en casa, cuando Carmen eligió precisamente este dulce para el mes de abril.


En la receta, la tía Alia no le añade ningún ingrediente para aromatizar la masa; sin embargo, mis recuerdos de las perrunillas que comía en Mérida saben a limón y a anís, así que me he permitido modificar la receta incluyendo estos dos ingredientes, que para mi gusto hacen las pastas más aromáticas y con más sabor. 

Además, en el momento en que me puse a prepararlas, me dí cuenta de que a la tarrina de manteca de cerdo que pensaba que estaba casi llena le quedaban sólamente unos 175 gr., así que adapté ligeramente las cantidades y proporciones del resto de ingredientes. 



Perrunillas


Ingredientes:

(Cantidades para unas 12-15 unidades, dependiendo del tamaño)

  • 175 gr. de manteca de cerdo
  • 1 huevo entero y 2 yemas
  • 325 gr. de harina (aproximadamente)
  • 200 gr. de azúcar
  • 100 ml. de anís
  • Ralladura y zumo de 1 limón
  • Clara de huevo para pintar y azúcar para espolvorear

Preparación:


  1. Precalentamos el horno a 220º, calor arriba y abajo sin ventilador.
  2. Ponemos la manteca de cerdo en el bol de la batidora y la batimos un poco con el accesorio de pala.
  3. Añadimos el azúcar y mezclamos hasta que creme ligeramente.
  4. Incorporamos el huevo y las yemas, el anís y la ralladura y el zumo de limón. Mezclamos todo de nuevo.
  5. Ahora llega el momento en el que la tia Alia dice que hay que añadir la harina que se necesite. En mi caso, para las cantidades especificadas del resto de ingredientes, fueron 325 gr. de harina, pero como depende del tamaño de los huevos y de la conjunción astral de Marte con Venus, es mejor que vayáis incorporando la harina de poco en poco. Yo incorporé primero 100 gr. de golpe, y después fui añadiendo más poco a poco, de 25 gr. en 25 gr., mezclando con una espátula bien cada vez, hasta conseguir una masa que no se pegue  a las paredes del bol pero que no quede dura. 
  6. Cuando tengamos la masa lista, vamos haciendo unas bolas de aproximadamente 50 gr. cada una, más o menos el tamaño de una albóndiga gordota, las aplastamos con las manos sin que queden finas (aproximadamente 1.5 cm. de grosor) y las colocamos en una bandeja de horno, sobre un papel de hornear.
  7. Pintamos con clara de huevo y espolvoreamos generosamente azúcar por encima.
  8. Horneamos unos 25 minutos, vigilando al final para que no se tuesten en exceso. Estarán listas cuando estén doraditas.
  9. Cuando estén hechas, sacamos del horno y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.



Hacer estas perrunillas y, sobre todo, comerlas, ha sido como volver ocho años atrás, a mi etapa en Mérida. Y me han parecido tan fáciles de hacer que seguramente repita en breve.

Probad a hacerlas y me contáis!

Besos!
Montes

Brochetas de salmón Teriyaki con fideos de arroz salteados con verduras. Reto Canal Cocina: Recetas por cinco euros.

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Cuando hace unas semanas los chicos de Canal Cocina se pusieron en contacto conmigo para ofrecerme participar en un reto, acepté de primeras sin saber en qué iba a consistir. No fue hasta unos días después, cuando recibí en casa el estupendo libro de Marta Yanci, Recetas por 5 euros, junto con una tarjeta para aceptar el desafío, cuando ví que el reto en cuestión consistía en preparar una receta para dos o cuatro personas, cuyo presupuesto total no superase los cinco euros.



En un principio pensé en preparar un postre, dada mi natural tendencia al dulce (será el carácter, jaja). Sin embargo, quería que fuera realmente un reto, y eso para mí implicaba buscar una receta salada. El problema, claro está, era conseguir no superar un presupuesto tan ajustado.


La primera opción cuando se piensa en un plato económico suele ser el pollo o la pasta, por lo que fue lo primero que descarté. Claro que con ello perdía muchas opciones, pero tenía la esperanza de encontrar una alternativa un poco menos evidente.


Así que la siguiente idea que tuve fue un bacalao confitado, pero tuve que abandonarla enseguida en cuanto ví el precio del bacalao. Madre mía! En estos momentos te das cuenta de lo que supone ir a comprar teniendo un presupuesto muy limitado del que no puedes pasarte. Es cierto que muchas familias se enfrentan a ese reto a diario, haciendo verdadera magia con unos pocos euros, para dar de comer a varias personas. A pesar de no nadar en la abundancia, me considero afortunada por no haber tenido nunca que controlar tantísimo los céntimos. Nunca hasta ahora había sido consciente del precio real de algunos alimentos, que casi siempre compramos sin mirar mucho lo que valen. Entre ellos el bacalao, que normalmente ha sido un pescado bastante económico, al alcance de todos los bolsillos, pero que parece ser que de un tiempo a esta parte se ha convertido en manjar de dioses, subiendo de precio en consecuencia.


Así que finalmente, después de barajar varias recetas más, me decidí por estas brochetas de salmón marinado acompañadas por unos fideos de arroz salteados con verduras. Es un plato muy completo, en el que hay verduras, carbohidratos, grasas buenas y proteínas, y además no supera los cinco euros de coste. Si a todo eso le sumamos lo rico que está, creo, señores, que por fin habemus recetam!


Aunque he dicho en el enunciado que es un salmón Teriyaki, en realidad debería decir mejor un falso Teriyaki, porque aunque así se llama a la comida cocinada con un adobo dulce, originalmente ese adobo se hace con sake (licor de arroz), mirim (un destilado dulce a partir del sake), azúcar y salsa de soja. Y de éstos ingredientes mi adobo sólo tiene la soja, así que en puridad no podría llamarse Teriyaki... Pero en fin, como no deja de ser un macerado dulce, con el nombre se queda :)


Brochetas de salmón Teriyaki con fideos de arroz salteados con verduras.


Ingredientes:

(Para dos personas)

  • 350 gr. de salmón fresco en rodajas (son dos rodajas medianas). (3,49€)
  • 100 gr. de fideos de arroz (0,65€)
  • 175 gr. de calabacín (0,11€)
  • 100 gr. de pimiento verde (0,11€)
  • 100 gr. de cebolla (0,10€)
  • 50 ml. de salsa de soja (0,34€)
  • 50 gr. de miel (0,20€)
  • 1/2 cucharadita de jengibre en polvo
  • Sal
  • Aceite de oliva
  • Semillas de sésamo para decorar
  • TOTAL RECETA: 5.00€

Preparación:


  1. En un bol ponemos la salsa de soja, la miel y el jengibre en polvo, y removemos hasta mezclar bien. Introducimos las rodajas de salmón, y lo dejamos macerando al menos un par de horas (cuanto más tiempo esté, más sabor cogerá)
  2. Lavamos y cortamos los pimientos, el calabacín y la cebolla en tiras finas. Ponemos un poco de aceite en una sartén y salteamos las verduras, poniendo primero el pimiento, un poco después incorporamos la cebolla, y por último el calabacín. Sazonamos y salteamos todo junto.
  3. Mientras, ponemos abundante agua con un poco de sal a hervir en un cazo. Cuando hierva, metemos los fideos de arroz durante unos 3 minutos. Cuando estén en el agua, los separamos con un tenedor para que no queden apelmazados. Transcurrido el tiempo, tiramos el agua caliente y los ponemos bajo el agua fría para detener la cocción; los escurrimos bien.
  4. Añadimos los fideos bien escurridos sobre la sartén con la verdura, añadimos tres o cuatro cucharadas del marinado del pescado (o alguna más, si queremos dar más sabor a los fideos) y salteamos. 
  5. Quitamos la piel y las espinas al salmón, y troceamos en porciones del mismo tamaño. Las pinchamos en los palillos de brochetas (salen dos brochetas por cada rodaja), y las hacemos a la plancha con un par de gotas de aceite (la propia grasa del salmón hace que no sea necesario más). Marcamos el salmón, vuelta y vuelta (al no ser porciones muy grandes se hace enseguida).
  6. En un plato ponemos los fideos salteados y sobre ellos las brochetas. Ponemos algunas semillas de sésamo sobre el salmón (no es imprescindible pero me gusta el toque crujiente que aporta).
  7. Servir inmediatamente.




Un plato completo, económico y delicioso. Os animo a probarlo! Y si os ha gustado la receta, podéis entrar aquí para votar por ella en el #retoCanalCocina #recetaspor5euros, os lo agradeceré muchísimo!. En la web de Canal Cocina también podréis ver las otras recetas participantes, todas estupendas y sobre todo, económicas!

Besos!
Montes


Tarta de Anna (Frozen) para el cumple de Sara

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La semana pasada celebramos el cumpleaños de mi hija pequeña, Sara, que hizo cinco años. Después del éxito que la última película de Disney tuvo entre mis hijas, estaba claro que este año las tartas de cumpleaños iban a tener una temática muy clara: Frozen!


Para aquellos que no sepáis qué es eso de Frozen (seguro que no tenéis hijos, o al menos, hijas pequeñas), es la nueva adaptación de la factoría Disney a la historia de la Reina de las Nieves. Las protagonistas son dos hermanas, Elsa, la Reina, y su hermana Anna. Y estos dos personajes están causando verdadero furor entre el público infantil.


La mayoría de las niñas (entre ellas mi hija mayor) quieren ser como Elsa, la Reina de las Nieves, con poderes para controlar el hielo y, sobre todo, un precioso vestido con una larga capa hecha con cristales de hielo. Alucinante, sobre todo si tienes ocho años! Tanto, que absolutamente todo el merchandising relacionado con este personaje (y recordad que estamos hablando de Disney, y hay mucho) está totalmente agotado en todas las tiendas del mundo mundial. Hasta en Disneyland París, donde teníamos la esperanza de encontrarle a Lucía el disfraz que pidió por Reyes y que no pudo tener, la dependienta poco menos que se rió en nuestra propia cara cuando le preguntamos por él.


Sin embargo, para Sara, mi hija pequeña, a quien le gusta más llevar la contraria, su personaje favorito de la peli no es la Reina, sino la hermana de ésta, Anna. Así que lo tuvo muy claro cuando le pregunté de qué quería que le hiciera este año la tarta de su cumpleaños.


 Así que lo que le hice fue esta tarta de dos pisos, inspirada en el vestido del personaje de la película. El piso de abajo está basado en la falda, con detalles en glasa y con pequeñas flores de fondant. Y el piso de arriba es el corpiño del vestido, con aplicaciones de purpurina comestible y pintura dorada.


En un principio no pensaba hacer ninguna figura del personaje, pues es un modelado complicado. Pero después de mirar muchas fotos de princesas Disney en estilo más infantil, decidí probar a ver qué tal quedaba. Y al menos a Sara le gustó el resultado, pues en cuanto vio la figurita la reconoció : "Es Anna!!!"




El piso de abajo era un dummie, porque si lo hubiera hecho todo de bizcocho nos hubiéramos pasado más de un mes comiendo tarta. El piso de arriba era de bizcocho de chocolate, bañado en almíbar de fresa y relleno de crema de fresa ácida, y cubierto de ganaché de chocolate. Es una combinación que le gusta a todo el mundo, una tarta jugosa con mucho sabor.

Para variar, no tengo una foto decente del corte, pero al menos se puede ver un poco cómo era por dentro...
Espero que os guste como le gustó a Sara!

Besos.
Montes

Tutorial modelado muñeca Anna (estilo infantil)

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La semana pasada publiqué la tarta que he hecho este año para el cumpleaños de mi hija pequeña, fan incondicional de la película Frozen y sobre todo de una de sus protagonistas, Anna. Por eso, coronando la tarta modelé esta pequeña figurita del personaje, en un estilo infantil que resulta más fácil que otro más realista. A continuación os dejo un paso a paso, para que veáis que es muy sencillo.


Necesitaremos:

  • Fondant azul
  • Fondant turquesa
  • Fondant color carne
  • Fondant negro
  • Fondant rosa
  • Fondant marrón
  • Rodillo
  • Cúter o cuchillo bien afilado
  • Crisco 
  • CMC
  • Estecas varias
  • Cortador redondo
  • Alisador de fondant
  • Un palillo
  • Pincel fino
  • Un poco de agua para pegar el fondant.
  • Colorante en gel negro o rotulador comestible negro
  • Colorante en polvo rojo o rotulador comestible rojo

(*) Si, antes de que lo digáis, ya lo sé: hay cosas de la lista que no están en la foto de arriba. Eso pasa por hacer la foto antes de ponerse a modelar, con lo que se me había olvidado colocar algunas cosas necesarias. Espero que sepáis perdonarme :)

Antes de comenzar a modelar, suelo mezclar el fondant con CMC, pues le aporta más elasticidad y evita que al estirarse se rompa. La cantidad de CMC a añadir dependerá de la cantidad de fondant: la proporción es de 2 cucharaditas (tsp.) por cada 500 gr. de fondant. Hay que añadirlo, amasar bien el fondant, envolverlo bien en un film transparente para que no le de el aire y dejarlo reposar un rato.

Como es una muñeca pequeña, todas las piezas son de pequeño tamaño, por lo que para pegar el fondant entre sí solo he necesitado aplicar un poquito de agua con un pincel. No hace falta utilizar pegamento comestible.



  • Partimos de una bola de fondant azul. La vamos dando forma de cilindro (1 y 2), y luego afinamos uno de los extremos para conseguir un cono truncado (3 y 4), que será el cuerpo de la muñeca.


  • Extendemos un poco de fondant turquesa, sin que quede muy grueso (1).
  • Cortamos una pieza de unos 4 cm. de ancho (2)
  • Cortamos dos piezas con forma de trapecio, de aproximadamente el mismo tamaño (3 y 4), que formarán las dos partes de la camisa. No importa que no queden iguales.


  • Pegamos las dos piezas alrededor de la parte superior del cuerpo. No nos cuadrarán exactamente, así que recortamos el sobrante con ayuda del cúter. 


  • Ahora extendemos fondant negro y recortamos las dos piezas, delantera y trasera, que formarán el chaleco. Al igual que antes, no importa que queden exactas, porque una vez colocado, recortaremos el sobrante .
  • Una vez colocadas, en la parte superior recortamos un triángulo (2) formando la delantera del chaleco. Guardamos el triángulo recortado porque nos va a servir más adelante.
  • Para ayudarnos a disimular las uniones de ambas partes del chaleco, podemos untarnos el dedo con un poco (muy poco) de Crisco y, con suaves movimientos circulares, vamos difuminando la unión.


  • Extendemos un poco de fondant rosa. Cogemos ahora el pequeño triángulo de fondant negro que antes recortamos (1) y, usándolo como plantilla, cortamos un triángulo de fondant rosa (2). Lo colocamos en la parte delantera del chaleco (3).


  • Estiramos un poco de fondant turquesa y cortamos una tira estrecha (1). La dividimos en dos (2) y la colocamos en el chaleco, formando una V (3)


  • Para hacer los brazos, cogemos un poco de fondant color carne y le vamos dando forma de tubito estrecho. Para conseguir un tubito fino y uniforme, podemos ayudarnos de un alisador de fondant (1), con el que, moviéndolo de un lado a otro y sin apretar demasiado para no aplanarlo, conseguiremos estirar el fondant dejándolo redondo (2), y sin dejar las marcas que podríamos darle si utilizáramos los dedos.
  • Cortamos dos tiras del mismo tamaño (3) y marcamos uno de los extremos de cada una con la esteca de concha, para hacer la mano (4).


  • Para hacer las mangas, estiramos un poco de fondant turquesa, y cortamos un cuadrado un poco mayor que la longitud del brazo (1). Ponemos el brazo encima y cortamos la manga a la medida (2). Enrollamos la manga sobre el brazo, dejando la unión en la parte que quedará por debajo, para que no se vea. Colocamos ambos brazos a los lados del cuerpo (4), pegados a la parte superior, que intentaremos dejar lo más plana posible para que no sobresalga.


  • Formamos una bolita de fondant color carne, intentando que no quede ni muy grande ni muy pequeña, sino proporcionada con respecto al cuerpo. Extendemos un poco de fondant marrón y con un cortador redondo de tamaño algo mayor que la circunferencia de la cabeza cortaremos un círculo para el pelo. Lo colocamos sobre la cabeza (1) y con el cúter cortamos el flequillo y por detrás lo que nos sobre del fondant marrón que va a hacer de pelo.
  • Al igual que hemos hecho antes para formar los brazos, estiramos fondant marrón para conseguir tres tubitos de igual grosor (2). Los trenzamos (3) y formamos dos trenzas. Unimos las dos trenzas en la parte posterior de la cabeza (4), y rematamos con un pequeño lazo de fondant rosa.


  • Para unir la cabeza al cuerpo, clavamos un palillo en el cuerpo y sobre él colocamos la cabeza. Para hacer los ojos, marcamos primero con un palillo donde queramos que tenga los ojos, luego mojamos ligeramente el palillo con un poco de colorante en gel negro y pinchamos de nuevo en las marcas anteriores (esto también podemos hacerlo con un rotulador comestible negro, pero queda más intenso haciéndolo con un palillo y colorante en gel). Para hacer la boca, primero marcamos con ayuda de la esteca de media caña, y luego la pintamos un poco con un pincel con muy poquito de colorante en polvo rojo (al igual que los ojos, también podemos hacerlo con un rotulador comestible rojo).

Parecen un montón de pasos, pero la verdad es que he hecho un montón de fotografías, por lo que en realidad tampoco son tantos pasos. Si os animáis a hacer la muñequita, estaré encantada de que me mandéis fotos del resultado!

Muchos besos!
Montes

Tarta jugosa de chocolate con fresas maceradas y crema de mascarpone

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A partir de finales de abril comienza en mi casa la temporada de tartas. Aunque ya en marzo tenemos el cumpleaños de mi cuñada y de mi suegra, es a partir del 30 de abril, con el cumpleaños de mi hija pequeña, cuando se abre la veda, entre el día de la madre y demás cumpleaños varios.


Esta en concreto fue la tarta que llevé para el cumpleaños de mi cuñada, que celebramos tarde este año y casi se nos junta con el día de la madre :) Siempre que llevo algún postre a casa de mis suegros se me plantea la dificultad de hacer algo que esté bueno pero que no sea demasiado dulce ni demasiado pesado. Esta combinación, con el intenso sabor del chocolate, el dulzor ácido de las fresas maceradas y la frescura de la crema de mascarpone, es un éxito seguro.



Tarta jugosa de chocolate con fresas maceradas y crema de mascarpone



Ingredientes:

(Receta de Montes Ortiz. Para una tarta de 15 cm. de diámetro)


  • 3 huevos
  • 300 gr. de azúcar
  • 50 ml. de aceite de girasol
  • 2 yogures griegos
  • 190 gr. de harina
  • 80 gr. de cacao en polvo sin azúcar
  • 1/2 cucharadita (tsp.) de bicarbonato
  • 1/2 cucharadita (tsp.) de sal
  • 2 cucharaditas (tsp.) de levadura en polvo
  • 1 cucharadita (tsp.) de vainilla en pasta o extracto de vainilla
  • 1/2 kg. de fresas
  • 4 cucharadas colmadas de azúcar
  • 200 gr. de mascarpone
  • 200 ml. de nata para montar (mín. 35% M.G.), muy fría
  • 2 cucharadas de azúcar

Preparación:



  1. Lo primero, lavamos y cortamos las fresas en rodajas. Las ponemos en un bol, y les añadimos las cuatro cucharadas de azúcar. Removemos, tapamos con film transparente, y dejamos reposar. Normalmente lo preparo la noche anterior, de esa manera las fresas, en contacto con el azúcar, sueltan todo su jugo y hacen un delicioso almíbar.
  2. Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo sin ventilador.
  3. Forramos y engrasamos el molde elegido. Reservamos.
  4. Tamizamos la harina junto con el cacao, levadura y bicarbonato. Reservamos.
  5. El el bol de la batidora, batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen y doblen de volumen. Añadimos el yogur, el aceite y la vainilla, y batimos de nuevo hasta integrar.
  6. Incorporamos los ingredientes secos y la sal, y mezclamos a mano suavemente, con movimientos envolventes.
  7. Vertemos la mezcla en el molde y llevamos al horno, durante aproximadamente 60 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo en el centro del bizcocho, salga limpio.
  8. Cuando esté hecho, sacamos del horno, dejamos atemperar unos minutos dentro del molde, y luego desmoldamos sobre una rejilla y dejamos enfriar por completo.
  9. Mientras se enfría, preparamos la crema. Ponemos la nata, muy fría, en el bol de la batidora, y le añadimos las dos cucharadas de azúcar. Batimos unos segundos a velocidad baja, y luego subimos la velocidad hasta que comience a montar. Justo antes de que esté montada, añadimos el mascarpone y terminamos de montar. 
  10. Cuando el bizcocho esté ya frío, cortamos en capas. Colocamos la primera capa, la pinchamos repetidas veces con un palillo y con un pincel la bañamos generosamente con el almíbar que han soltado las fresas. Colocamos una capa de rodajas de fresas y encima una generosa capa de crema de mascarpone. Repetimos el proceso con todas las capas de la tarta, y rematamos con una fresa entera laminada.



Es una tarta muy sencilla, pero que queda muy bonita, al verse las capas y el contraste de colores, y que además está buenísima. El añadir fresas maceradas en vez de fresas frescas potencia el sabor de la fruta y suaviza la textura. En conjunto, es una combinación de sabores tradicional, que gustará a todo el mundo.

Probadla y me contáis. Si la hacéis en casa y queréis que publique las fotos de vuestra versión, podéis mandármelas al correo montesclarosortiz@gmail.com. Estaré encantada de verlas!

Besos!
Montes

Pastel especiado de melocotón

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Imagino que os habrá pasado también alguna vez: va a venir alguien a comer y tenías un postre pensado, y justo cuando te vas a poner a prepararlo te das cuenta de que te falta algún ingrediente importante.


Es una de las cosas que más rabia me da, porque supone un súbito cambio de planes, y si hay algo que me sienta fatal es sentir que no tengo todo bajo control. Llamadme maniática, pero es verdad que me gusta en todo momento seguir un orden establecido y que las cosas salgan como tengo planeado.


Por eso este pastel que traigo hoy es un estupendo plan B. Hecho con ingredientes que tendremos siempre por casa y en pocos minutos, si lo hacéis nadie se dará cuenta de que había otra cosa pensada en un principio. Es más, estoy segura de que el plan A que teníais pensado no tendría ni la mitad de éxito que este plan B. 


Y es que, si sois como yo, siempre tendréis en la despensa al menos un bote de melocotón en conserva, porque, por alguna razón, creo que, si el fin del mundo se produce algún día, será más fácil sobrevivir si tenemos guardado melocotón en conserva. El resto de ingredientes son tan básicos que difícilmente no los tendréis siempre. Tan sólo quizás la melaza, pero puede ser sustituida fácilmente por miel, que, aunque le dará un toque diferente, el resultado también será estupendo.



Pastel especiado de melocotón

(Fuente: Pastelería Creativa, de Planeta Agostini)

Ingredientes:


  • 1 bote de melocotón en conserva grande (800 gr.)
  • 2 cucharadas de melaza
  • 150 gr. de mantequilla fundida
  • 150 gr. de azúcar moreno
  • 2 huevos L
  • 130 ml. de buttermilk o suero de leche (o de leche con un chorrito de vinagre, y dejado reposar al menos 10 minutos)
  • 1 cucharadita (tsp.) de vainilla en pasta o extracto de vainilla
  • 1/4 cucharadita (tsp.) de bicarbonato
  • 175 gr. de levadura con levadura incorporada, o de harina normal más una cucharadita (tsp.) de levadura en polvo
  • 1 cucharadita (tsp.) de canela en polvo
  • 1/4 cucharadita de jengibre en polvo
  • 1 pizca de nuez moscada molida
  • 1/4 cucharadita de sal

Preparación:


  1. Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo sin ventilador.
  2. Engrasamos el molde elegido. Reservamos.
  3. Si no tenemos buttermilk, lo preparamos casero, añadiendo un chorrito de vinagre a la leche. Dejamos reposar.
  4. Tamizamos la harina junto con la levadura (en caso de no llevarla incorporada), el bicarbonato, la canela, el jengibre y la nuez moscada. Reservamos.
  5. Derretimos la mantequilla al microondas, con cuidado de que no hierva. Reservamos.
  6. Escurrimos bien los trozos de melocotón, y los cortamos en cuartos.
  7. Extendemos la melaza por la base del molde, y ponemos encima los trozos de melocotón.
  8. En el bol de la batidora, ponemos la mantequilla fundida con el azúcar y batimos a velocidad alta hasta que quede cremosa. 
  9. Añadimos los huevos, de uno en uno, y batimos de nuevo a velocidad media-alta, hasta que la mezcla aumente de volumen.
  10. Incorporamos el buttermilk o suero de leche y la vainilla, y batimos de nuevo hasta integrar.
  11. Añadimos la mezcla de ingredientes secos que hemos tamizado anteriormente, y la sal, y lo removemos suavemente con una espátula, hasta que esté totalmente mezclado.
  12. Vertemos la mezcla en el molde sobre los melocotones y la melaza, y llevamos al horno durante unos 45 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo en el centro, éste salga limpio.
  13. Cuando esté hecho, sacamos del horno y dejamos enfriar antes de comer.




El resultado es un esponjoso y rico pastel, con una mezcla de sabores increíble, que a nadie dejará indiferente. El suave bizcocho especiado junto con las jugosas rodajas de melocotón es un éxito seguro, aún más si lo acompañamos por ejemplo con una bola de helado de vainilla o con nata montada. Estoy segura de que os encantará, y es tan fácil de preparar que en unos minutos lo tendréis en el horno impregnando la casa con su delicioso aroma a canela y especias. 

Si os animáis a prepararlo, estaré encantada de que me enviéis una foto con el resultado, para publicarla en Facebook. 

Besos!
Montes

Cupcakes de limón con crema suiza de moras

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Pues sí.

Ayer fue mi cumpleaños.

Taitantos.

Que no soy tan mayor, no vayáis a creer...


Lo que pasa es que llevo ya unos cuantos años cumpliendo la misma edad, y creo que ya va siendo hora de dar el paso y sumar algún año.... Total, tampoco pasa nada por decir que acabo de cumplir treintayu... treintayt.... treintayci..... Argggg, vale, treinta y siete añazos que me han caído de gratis! Madre mía, vamos sumando de manera preocupante!


Pero como suele decirse, lo bueno es que sigan cayendo, porque significa que ahí seguimos dándolo todo en el día a día. Y con más o menos años en el DNI, lo cierto es que me siento la misma cabeza loca que hace una década, aunque es verdad que las responsabilidades que la edad conlleva son lo que al final pesa más que los años en sí.


Así que como soy abstemia y no bebo, mi sistema para olvidar las penas de cumplir cada vez más años es simple: hacer cupcakes. Creo que como solución para cualquier problema es una de las mejores, aunque si se abusa mucho, más que una solución a nada lo convertiremos en otro problema, al producirse inexplicablemente un aumento de nuestro perímetro cular...


Por eso me limito a hacerlos pero no a comerlos; para eso están mis queridos compañeros de trabajo, que han sido en esta ocasión los felices destinatarios de estos cupcakes en concreto, pues me los llevé a la oficina para celebrar el cumpleaños y tener así la excusa perfecta para repartirlos.


Creo que ya os he hablado en otras ocasiones de mis compañeros de trabajo. Ahora que no me oyen (y que seguro no me leen, porque, ten amigos para ésto, si mi blog dependiera de las visitas de mis compañeros, no duraba ni una semana) son unos tiquismiquis con el tema de comer. Entre los veganos, los macrobióticos, los que están a dieta de forma crónica y los que directamente no les gusta el dulce, lo tengo realmente complicado para colocar mis postres. Menos mal que mi empresa es muy grande y, salvo mi departamento "raro", el resto de personal es más normal y en cuanto me ven venir con algo se corre la voz y enseguida aparecen muchos voluntarios para catar el asunto.



Cupcakes de limón con crema suiza de moras


Ingredientes:

(Para 12 cupcakes)

  • 125 gr. de azúcar
  • 2 huevos
  • 100 ml. de aceite de girasol
  • La ralladura de un limón
  • 1 cucharadita (tsp) de vainilla en pasta o extracto de vainilla
  • 75 ml. de leche
  • 290 gr. de harina
  • 1 cucharadita (tsp.) y 1/4 de levadura en polvo
  • 1/4 cucharadita (tsp) de sal


Preparación:

  1. Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo sin ventilador.
  2. Preparamos la bandeja para cupcakes con las cápsulas que elijamos.
  3. Tamizamos la harina junto con la levadura y la sal. Reservamos.
  4. En el bol de la batidora, ponemos los huevos junto con el azúcar, y batimos hasta que queden cremosos.
  5. Añadimos el aceite, y batimos a velocidad alta hasta que blanquee y aumente de volumen.
  6. Añadimos la ralladura de limón y la vainilla, y batimos de nuevo hasta integrar.
  7. Ahora añadimos la mitad de la mezcla de harina y levadura, mezclamos bien con una espátula, añadimos la leche, mezclamos, y terminamos con el resto de harina y levadura. Removemos suavemente, hasta que conseguir una masa lisa y sin grumos.
  8. Repartimos la masa en los moldes, y horneamos durante unos 20 minutos, o hasta que al pinchar con el palillo en el centro de un cupcakes, salga limpio.
  9. Cuando estén hechos, sacamos del horno, los dejamos atemperar unos cinco minutos en el molde, y luego desmoldamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.

Almíbar:


  1. Para que nuestros cupcakes queden aún más jugosos, mientras se hornean preparamos un almíbar con 40 gr. de azúcar y 40 ml. de zumo de limón. Ponemos ambos ingredientes en un cazo al fuego, y calentamos hasta que comience a hervir, momento en que retiraremos del fuego y dejaremos enfriar. 
  2. Cuando los cupcakes estén fríos, los pinchamos repetidas veces con un palillo y, con un pincel, los bañamos generosamente en el almíbar.

Crema suiza de moras:


  1. 3 claras de huevo
  2. 170 gr. de azúcar
  3. 250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  4. 2 cucharadas de pasta de moras (o confitura de moras)
  5. Ponemos las claras y el azúcar en un cazo al fuego, removiendo continuamente para que no se nos pegue (es importante, lo digo por experiencia, jeje). Cuando el azúcar se haya disuelto por completo, vertemos la mezcla en el bol de la batidora, con las varillas colocadas, y batimos a velocidad alta hasta montar el merengue. Tardará un poquito.
  6. Cuando tengamos picos blandos, cambiamos las varillas por la pala y, batiendo a velocidad media, vamos añadiendo la mantequilla de poco en poco, sin dejar de batir. Puede que llegue un momento en el que parezca que la mezcla se nos ha cortado, pero no es así: hay que seguir batiendo y se conseguirá una crema con una textura sedosa y suave. En ese momento, añadimos la pasta de moras (o la confitura), y batimos unos minutos más hasta que esté totalmente integrado.
  7. Rellenamos una manga pastelera con la boquilla que elijamos (yo he sido clasicona y he utilizado la 1M de Wilton) y decoramos los cupcakes al gusto.



Es una combinación deliciosa: el sabor intenso del bizcochito de limón, potenciado además por el almíbar, junto con la suavidad de la sedosa crema de moras, hacen de estos cupcakes unos de mis favoritos. No son nada empalagosos, no pecan de dulces, sino que comerse uno hace que tengas ganas de probar otro más. 

Animaos a hacerlos y me contáis!

Besos!
Montes

Tarta Hummingbird (tarta Colibrí) para mi cumpleaños!

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Es curisoso que, con lo chocolatera que soy, para mi cumpleaños siempre busque alternativas al chocolate para celebrarlo.


Quizás será porque ya como suficiente chocolate el resto de año, y en mi cumpleaños prefiero optar por otros sabores diferentes.


Hacía ya mucho tiempo que tenía ganas de probar a hacer esta tarta, un clásico de la repostería americana, concretamente del sur de Estados Unidos. Además, como ya estamos a las puertas de la operación bikini, es una tarta ideal porque lleva mucha fruta en su elaboración, jaja! Eso tiene que contar para las cinco raciones diarias, verdad?



Para hacer esta tarta acudí, cómo no, a la receta de la infalible Martha Stewart, aunque después de leerla, decidí ajustar un poco las cantidades para reducir el tamaño, y sobre todo, como aconseja también Beatriz, de To be Gourmet, la cantidad de azúcar y de aceite que la señora Stewart utiliza en su receta

 

Tarta Hummingbird (tarta Colibrí)

(Receta adaptada de Martha Stewart. Para un molde alto de 15 cm. de diámetro)


Ingredientes:


  • 285 gr. de harina normal
  • 1 cucharadita (tsp.) de bicarbonato
  • 1 cucharadita (tsp.) de canela en polvo
  • 1 pizca de sal
  • 110 ml. de aceite de girasol
  • 2 cucharaditas (tsp.) de vainilla en pasta o extracto de vainilla
  • 300 gr. de azúcar
  • 3 huevos 
  • 3 plátanos maduros
  • 1 lata pequeña de piña
  • 80 gr. de nueces picadas
  • 80 gr. de coco rallado
  • 250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 400 gr. de azúcar glas o icing sugar
  • 350 gr. de queso crema, tipo Philadelphia, muy frío

Preparación:


  1. Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo, sin ventilador.
  2. Engrasamos y forramos el molde elegido con papel vegetal. Reservamos.
  3. Tamizamos la harina junto con el bicarbonato y la canela. Reservamos.
  4. Con un tenedor, aplastamos los plátanos hasta hacerlos puré. Reservamos.
  5. Escurrimos bien la piña y la troceamos en trozos pequeños. Reservamos.
  6. Picamos las nueces en trozos pequeños (yo las pongo entre dos papeles de cocina y le paso el rodillo por encima varias veces, hasta conseguir trozos del tamaño deseado). Reservamos.
  7. Batimos los huevos junto con el azúcar hasta que blanqueen. Añadimos el aceite y la vainilla y batimos de nuevo unos minutos hasta que aumente de volumen.
  8. Incorporamos el puré de plátano, los trozos de piña, las nueces y el coco, y batimos todo hasta mezclarlo bien.
  9. Añadimos los ingredientes secos tamizados y la sal, y suavemente mezclamos bien con una espátula, hasta que esté todo perfectamente integrado.
  10. Vertemos la mezcla en el molde y horneamos durante unos 60-70 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo en el centro, salga limpio.
  11. Cuando esté hecho, sacamos del horno, dejamos atemperar en el molde unos minutos, y luego desmoldamos sobre una rejilla y dejamos enfriar por completo.
  12. Mientras el bizcocho se enfría, preparamos la crema de relleno y cobertura: batimos la mantequilla hasta que esté cremosa y añadimos el azúcar glas. Tapamos la batidora para evitar que nuestra cocina se llene de polvo de azúcar, y batimos primero a velocidad baja, y poco a poco subimos la velocidad hasta que oigamos un plop-plop-plop que indica que ya se está integrando. Incorporamos el queso crema, muy frío, y batimos todo de nuevo unos minutos. Reservamos en la nevera hasta que el bizcocho esté frío por completo.
  13. Cuando el bizcocho se haya enfriado, lo cortamos en tres capas, y lo rellenamos y cubrimos con la crema de queso.



(*) En vez de un sólo molde alto, podéis utilizar tres moldes bajos de layer cake, también de 15 cm. de diámetro. En ese caso no será necesario un tiempo de horneado tan alto, sino que los tendréis listos en unos 35 minutos, y también tardarán menos tiempo en enfriarse. 

(*) Para cubrir la tarta, primero la cubro con una primera capa fina tapa-migas, la llevo a la nevera a refrigerar durante una hora, y luego le aplico la segunda capa de crema, ya más abundante. 

Es una tarta con un increíble sabor tropical: el coco, el plátano y la piña se combinan con la canela consiguiendo una mezcla deliciosa, en la que se puede distinguir cada uno de los ingredientes pero sin que ninguno prevalezca sobre el resto. En la receta original la piña se añade triturada y escurrida, pero yo he preferido añadirla en trozos pequeños, pues de esa manera, junto con las nueces, aportamos también textura.

Espero que probéis a hacerla y que me contéis qué os ha parecido.

Besos!
Montes




Kartoffelsalat - Ensalada alemana de patatas

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Se acaba mayo, tenemos junio a la vuelta de la esquina, y a ver si con el nuevo mes llega también el buen tiempo. Porque, igual que el año pasado, se está haciendo esperar...


Y para ver si de alguna manera animamos a ese buen tiempo a llegar de una vez, vamos a empezar a preparar ya alguna receta fresquita, ideal para el verano. La de hoy es una ensalada de patata típica alemana, la kartoffelsalat; sencilla y sin complicaciones, es una alternativa estupenda a nuestra clásica ensaladilla rusa.



Ensalada alemana de patatas - Kartoffelsalat


Ingredientes:


  • 6 patatas medianas
  • 180 gr. de pepinillos agridulces (preferiblemente grandes; yo los utilicé pequeños porque no había grandes cuando fui a comprarlos)
  • 2 salchichas tipo Frankfurt
  • 6 cucharadas de mahonesa
  • 2 cucharadas de mostaza (*)
  • 2 cucharadas de leche

Preparación:


  1. Cocemos las patatas con la piel: las ponemos en una cazuela con agua fría y sal, y las llevamos a ebullición, dejándolas cocer unos 25-30 minutos, hasta que al pincharlas con un cuchillo comprobemos que están hechas. Las metemos en un bol con agua fría para que se enfríen.
  2. Pelamos las patatas y las partimos en trozos no muy grandes, un poco más grandes que para ensaladilla rusa.
  3. Escurrimos y troceamos los pepinillos. Cortamos también las salchichas.
  4. Preparamos la salsa: en un bol mezclamos la mahonesa y la mostaza, y luego añadimos la leche, para conseguir una crema algo más fluida y suave.
  5. Vertemos la salsa sobre el resto de ingredientes y mezclamos. 
  6. Servir fría.


(*) Si os gusta mucho la mostaza, podéis utilizar mostaza de Dijon, que tiene un sabor más fuerte. Pero si no os entusiasma demasiado que quede tan fuerte, o si van a comer niños, como en mi caso, será mejor que utilicéis mostaza americana, que es más suave y aporta sabor pero sin que pique ni sea demasiado intenso.

Esta ensalada normalmente va aderezada también con algún tipo de hierba, como el eneldo, o incluso con cebollino cortado muy fino. Pero yo no suelo ponerlo básicamente porque a mis hijas no les gusta (gajes de madre, que condicionan el resultado, jajaja). Pero si no tenéis nadie que os proteste, podéis añadirlo sin problema. 

Espero que os animéis a probarla!

Besos!
Montes

Tarta para el 25 aniversario de una enfermera

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Esta semana mi amiga Ana me pidió ayuda para preparar una tarta para su jefa, que cumplía 25 años como enfermera. Iban a celebrar una fiesta a la que se había apuntado más de 50 personas, así que no nos valía con una tarta pequeñita, tenía que ser algo más grande.



Así que preparé dos bizcochos, de 25 y de 15 cm., y cómo no, de chocolate, siguiendo la receta de mi bizcocho súperchocolateado. No queríamos hacer una tarta de fondant, puesto que preferían que fuera cubierta sólo con crema. Y como debía ser blanca, elegimos para el relleno y la cobertura una crema de mantequilla suiza de vainilla.



Crema de mantequilla suiza de vainilla

(Cantidades para rellenar y cubrir una tarta de dos pisos, de 25 y 15 cm. de diámetro)


Ingredientes:


  • 24 claras de huevo (yo utilizo pasteurizadas)
  • 1 kg. de azúcar blanquilla
  • 1.500 gr. de mantequilla a temperatura ambiente (6 barras)
  • 2 cucharadas de vainilla en pasta o un extracto de vainilla de calidad

Preparación:


  1. En un cazo ponemos las claras y el azúcar, y calentamos, removiendo continuamente, hasta que el azúcar se haya disuelto.
  2. Vertemos la mezcla en el bol de la batidora, con las varillas colocadas, y montamos hasta conseguir un merengue que haga picos blandos.
  3. Cambiamos las varillas por el accesorio de pala, y bajamos la velocidad de batido. Vamos añadiendo la mantequilla a trozos, de poco en poco, sin dejar de batir, hasta que acabemos de incorporarla toda. Al principio puede parecer que la mezcla se ha cortado, pero al continuar batiendo conseguiremos una crema extraordinariamente suave y cremosa.
  4. Añadimos la vainilla, y batimos unos minutos más.




Como el número de personas que iban a ir a la celebración era tan alto, además de la tarta también preparé cuatro docenas de cupcakes red velvet, que son mis favoritos y siempre gustan a todo el mundo, con una suave crema de queso. Luego Ana me confirmó que efectivamente les había gustado todo, tanto la tarta como los cupcakes, y que no habían dejado ni las miguitas.



Espero que os haya gustado también a vosotros!

Besos!
Montes

Mermelada de albaricoque sin azúcar

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Dice el dicho que, si la vida te da limones, haz limonada. Pues algo así es lo que me ha pasado esta semana. Mis padres han recogido la "cosecha" de su mini-albaricoquero, y está la casa llena de cajas de albaricoques: hay más que en Mercamadrid! Parece mentira con lo pequeño que es el árbol, la cantidad de fruta que ha dado.


Además, son unos albaricoques de una calidad extraordinaria, con un intenso sabor que ya no encuentras en los que se compran en el súper. Por supuesto, mis padres no han utilizado abonos químicos ni han fumigado el árbol, por lo que el aspecto de los frutos no es tan perfecto como los comprados. Pero puedo aseguraros que el sabor es incomparable.


Pero claro, con una cantidad tan grande de fruta, repartes entre vecinos y amigos y aún así no puedes comerte todo lo que queda, así que la solución es obvia: hacer mermelada. Mi madre en su casa habrá preparado tropecientos botes, y con los albaricoques que yo me traje a la mía me he puesto a hacer lo mismo.

Sin embargo, como llevo una semana a dieta (de nuevo, snif) y esperando que ésta sea la refinitiva, he querido probar a hacer una mermelada sin azúcar, apta para dietas hipocalóricas y también para diabéticos.


El azúcar en las mermeladas y confituras no sólo se añade para endulzar, puesto que la fruta ya contiene suficiente azúcar (fructosa) como para que resulte dulce. En realidad el azúcar cumple aquí dos funciones. Por un lado, es conservante, puesto que al absorber la humedad de la fruta evita la proliferación de bacterias y microorganistmos, y facilita así una mayor duración de la preparación. Y por otro lado, precisamente también por absorber el líquido, favorece la gelificación de la fruta, con lo que conseguimos que la mermelada tenga una textura más espesa.

Sin embargo, cuando pretendemos hacer una mermelada sin uno de los dos ingredientes principales, y precisamente el que le da la textura y facilita su conservación, debemos buscar otra alternativa para conseguir un resultado por lo menos similar.



En este caso he recurrido a un espesante natural, el agar-agar, para conseguir una consistencia similar, pues de otra manera la mermelada nos quedaría demasiado líquida. El agar-agar es una gelatina vegetal de origen marino que se obtiene de varias especies de algas. Tiene un poder espesante diez veces superior al de la gelatina normal, con lo que hay que ser cuidadoso con las cantidades y respetar las que se indiquen en la receta que se esté elaborando. La palabra “agar” viene del malayo agar-agar, que significa jalea.

El agar-agar ya se puede encontrar fácilmente en casi todos los supermercados, casi siempre en forma de polvo, aunque se comercializa también en fibras, con forma de copos, de cápsulas... Yo he utilizado los sobres de polvos.

El agar-agar hay que disolverlo previamente en un líquido frío, para después añadirlo a la mezcla que se pretende espesar y calentarlo, pues se activa a partir de los 85º. Tiene la ventaja sobre la gelatina normal que, a diferencia de ésta, puede gelificar mezclas ácidas, y como muchas recetas de mermeladas contienen zumo de limón, conseguimos mejor resultado con el agar-agar que con otras gelatinas. También nos permite presentar gelatinas calientes, pues gelifica incluso en caliente, a diferencia de la gelatina normal, que hay que dejar enfriar para que tome consistencia. Además es apta para veganos al no tener un origen animal.



Esta mermelada la he preparado con Thermomix, porque, como siempre, me resulta mucho más fácil. Pero se puede hacer de igual manera, con los mismos ingredientes, en un cazo a fuego medio y removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera, para que no se queme.


Mermelada de albaricoque sin azúcar

(Receta adaptada de Velocidad Cuchara)


Ingredientes:


  • 1 kg. de albaricoques, pesados una vez limpios y deshuesados (no hace falta pelarlos)
  • 20 ml. de zumo de limón
  • 200 ml. de agua
  • 4 gr. (2 sobres) de agar-agar
  • Edulcorante (al gusto)

Preparación:


  1. Lavamos y deshuesamos los albaricoques. Reservamos.
  2. Ponemos en el vaso el agua y el agar-agar y programamos 4 minutos, varoma, vel. 1.
  3. Agregamos los albaricoques y el zumo de limón. Programamos 15 minutos, varoma, velocidad 2. Terminado el tiempo, comprobamos la consistencia, que dependerá también de la cantidad de agua que contuviera la fruta utilizada. Si ha quedado demasiado liquída, podemos programar de nuevo otros 5 minutos a la misma temperatura.
  4. Una vez conseguida la textura adecuada, añadimos el edulcorante que prefiramos (yo he utilizado 30 ml. de edulcorante líquido, que es una mezcla de sacarina y ciclamato sódico, pero podéis utilizar el que queráis, incluso se puede endulzar con sirope de agave o con miel, aunque en este caso también aportaría sabor). Podéis añadir más o menos cantidad, en función de que prefiráis la mermelada más o menos dulce.
  5. Vertemos la mermelada en botes previamente esterilizados, los tapamos y los dejamos boca abajo, para que se haga el vacío.



Hay que tener en cuenta que, al no llevar azúcar, la duración de esta mermelada será menor que la de una mermelada normal. Sin embargo, si la vais a tomar inmediatamente o si la vais a repartir para que se la tomen otros, no habrá problemas. 

Espero que os guste!
Besos!
Montes


Tarta de Frozen (otra vez), ahora para el cumpleaños de Lucía

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Este fin de semana hemos celebrado el cumpleaños de mi hija mayor, Lucía. 9 años ya, ains que se me hace grande!


Pero a pesar de crecer tan rápido, aún sigue siendo una niña a la que le encantan las películas de princesas. Igual que su hermana quiso que le hiciera una tarta de Anna, de la película Frozen, Lucía me había pedido que le preparara otra también a ella, aunque en este caso su personaje favorito es Elsa, la Reina de las Nieves, así que estaba claro que esta vez iba a ser ella quien coronase la tarta.



Como esta vez no me sentía animada para intentar un modelado de Elsa que quedara medio aceptable, estuve buscando ideas para la tarta, y vi ésta de Florentine Cupcakes. Me pareció una idea estupenda utilizar impresiones en azúcar para los personajes, porque se consigue volumen y distintas dimensiones pero sin tanta dificultad como implicaría modelarlos.




Para forrar esta tarta he probado por primera vez el fondant de Squires Kitchen, y debo decir que me ha parecido buenísimo: elástico, muy maleable, fácil de trabajar, no se hacen grietas al colocarlo sobre la tarta... Todo un descubrimiento, así que creo que va a ser el que utilice a partir de ahora.



Usé fondant de color blanco, y para conseguir el azul de los laterales empleé la misma técnica que en la tarta de Peppa Pig: se unta el fondant con una pequeña cantidad de Crisco, y luego se aplica un poco de colorante azul en polvo con un pincel y se extiende suavemente con los dedos, con movimientos circulares. El resultado es muy ligero, muy difuminado, y quedaba ideal para el acabado que le quería dar a esta tarta.


Y además de la tarta, preparé unos minicupcakes de vainilla con cobertura de crema de queso, porque el año pasado a los niños les encantaron y al ser así de pequeñitos se los comen fenomenal. También decoramos las bolsas de chuches y las botellas de agua a juego con el resto. Fue una semana intensa de trabajo repostero y de scrap (para éste fiché a mi marido y así se hizo un poco más llevadero), pero puedo asegurar que mereció la pena sólo por ver la carita que puso Lucía al entrar en el salón del cumpleaños y por el grandísimo abrazo que me dió al ver la mesa preparada y la tarta que había pedido. La ilusión de sus ojitos compensa todo ese trabajo y más.



Espero que os haya gustado tanto como a Lucía!

Muchos besos!
Montes

Bundt cake de queso fresco batido y chocolate

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Originalmente esta receta iba a ser una receta ligera. Que conste. Y bueno, si cogemos únicamente el bizcocho, hay que reconocer que es un bizcocho más ligero de lo normal.


Porque el bizcocho está hecho sin mantequilla, sólo con una pequeña cantidad de aceite de girasol, y con queso batido desnatado, con 0% de materia grasa. Así que, estrictamente, la receta del bizcocho es una receta ligera.


El problema es que cuando ví el bizcocho terminado, me dio un poco de pena verlo ahí solito, casi desnudo, sin una cobertura que lo cubriera...




Y claro, la parte de mi cerebro que se encarga de buscar recetas light  había quedado agotada y K.O. después del gran esfuerzo de preparar un bizcocho ligero, así que entró en funcionamiento la otra parte: esa parte golosa y chocolate-adicta, esa parte que piensa que si un bizcocho no lleva chocolate no puede siquiera considerarse postre.



Así que, derrotada la parte sensata y entrando en juego la parte choco-ansiosa, me rendí y no tuve más remedio que preparar una suave ganaché de chocolate para bañar el bizcocho. Ahora que no nos oye nadie, debo reconocer que cualquier bizcocho siempre, SIEMPRE, va a estar mejor con chocolate por encima. Y eso que este bizcocho en concreto, a pesar de ser algo más ligero de lo normal, es uno de los más ricos que he hecho hasta ahora. Súper esponjoso y tierno, suave y lleno de sabor, está tan bueno que tenéis que probar a hacerlo, porque estoy segura de que se va a convertir en uno de vuestros imprescindibles.



Bundt cake de queso batido y chocolate

(Receta de Montes Ortiz. Para un molde de bundt de 10 tazas o un molde redondo de 20 cm.)

Ingredientes:


  • 3 huevos
  • 250 gr. de azúcar
  • 100 ml. de aceite de girasol
  • 1 cucharadita de vainilla en pasta o extracto de vainilla
  • 250 gr. de queso batido desnatado, con 0% M.G.
  • 225 gr. de harina
  • 1/2 cucharadita (tsp.) de levadura en polvo
  • 1/4 cucharadita (tsp.) de bicarbonato
  • 1 pizca de sal
  • Para la ganaché de chocolate: 150 gr. de chocolate y 150 ml. de nata para montar, mín. 45% M.G.


Preparación:

  1. Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo sin ventilador.
  2. Engrasamos el molde elegido. Reservamos.
  3. Tamizamos la harina junto con la levadura y el bicarbonato. Reservamos.
  4. Batimos a velocidad alta los huevos junto con el azúcar hasta que blanqueen y doblen en volumen.
  5. Añadimos el aceite y batimos de nuevo unos minutos hasta integrar.
  6. Incorporamos la vainilla y el queso, y batimos un par de minutos más.
  7. Incorporamos la mezcla tamizada de harina, levadura y bicarbonato, y la sal, y con ayuda de una espátula removemos bien la mezcla suavemente, hasta que esté bien integrado, con una consistencia suave y sin grumos.
  8. Vertemos la mezcla en el molde y horneamos durante unos 45-50 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo en el centro del bizcocho, salga limpio.
  9. Cuando esté hecho, sacamos del horno y dejamos atemperar dentro del molde unos 10 minutos. Luego desmoldamos sobre una rejilla y dejamos enfriar por completo.
  10. Mientras el bizcocho está en el horno, preparamos la ganaché: ponemos la nata en un cazo al fuego, y cuando comience a hervir lo retiramos. Añadimos el chocolate, troceado, y removemos hasta que el chocolate se derrita por completo y tengamos una mezcla suave y sedosa. Dejamos atemperar.
  11. Cuando el bizcocho esté frío, vertemos la ganaché por encima y dejamos enfriar. Si la ganaché se hubiera solidificado en el ínterin, podemos volver a calentarla unos segundos en el microondas para que vuelva a estar más líquida y verterla así más fácilmente.



No es un bizcocho light al 100%, porque no deja de llevar azúcar y huevos, y también aceite, aunque poca cantidad. Pero sí que es más ligero que la mayoría, por lo que si vuestra parte golosa del cerebro está más domesticada que la mía, probad a hacerlo sin verter el chocolate por encima, ya veréis como tampoco os defraudará. Aunque si no tenéis problema con el chocolate o con las calorías extra, os animo a que probéis la versión chocolateada, pues está aún más buena, por supuesto!

Espero que os animéis a hacerlo y me contéis lo que os ha parecido!

Muchos besos!
Montes

Azúcar invertido (con Thermomix)

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Ahora que ya por fin empezamos con el calorcito, ya empieza a apetecer un buen helado. Fresquito y dulce, el helado es el postre veraniego por excelencia.

Uno de los ingredientes utilizados en la elaboración de helados es el azúcar invertido. Aunque no es imprescindible, sí que es recomendable utilizarlo por su poder anticristalizante: los helados elaborados con parte de azúcar invertido serán más cremosos y tenderán a formar menos cristales de hielo que los hechos totalmente con azúcar normal, incluso sin utilizar heladera.

El azúcar invertido es utilizado muy habitualmente también en repostería por su alto poder endulzante. Como endulza más, es suficiente con una cantidad de azúcar invertido menor de la que se emplea habitualmente con un azúcar normal. Utilizado en bollos y bizcochos, hace que las masas se mantengan tiernas durante más tiempo y proporciona mayor brillo a la superficie.

Su elaboración es muy sencilla, y además se puede conservar en la nevera durante unos 12 meses, por lo que es útil preparar una buena cantidad e ir utilizándolo a medida que lo necesitemos, tanto para helados como si queremos emplearlo en cualquier otro postre, sustituyendo parte del azúcar de la receta con azúcar invertido.

La cantidad de azúcar invertido a utilizar en cada caso dependerá del tipo de receta que vayamos a hacer:

  • Helados: Se suele sustituir un 25% del azúcar indicado en la receta por azúcar invertido (es decir, si en la receta indica 100 gr. de azúcar, emplearíamos 75 gr. de azúcar normal y 25 gr. de azúcar invertido).
  • Bizcochos y magdalenas: En este caso sustituiremos entre un 10% y un 20% de la cantidad de azúcar indicada en la receta. 
  • Masas levadas: Sustituiremos el 50% del azúcar indicado en la receta por azúcar invertido.


Azúcar invertido (con Thermomix)




Ingredientes:

  • 150 gr. de agua
  • 350 gr. de azúcar
  • 1 sobre de gaseosillas (los venden por ejemplo en Mercadona como gasificantes para repostería). Vienen dos sobres: uno blanco (ácido málico y ácido tartárico) y otro morado (bicarbonato sódico)
  

Preparación:

 
  1. Ponemos el agua en el vaso y programamos 3 minutos, 50º, velocidad 5 (la temperatura deberá llegar obligatoriamente a 50º, si fuera necesario programaríamos un minuto más)
  2. Añadimos el azúcar. Programamos 6 minutos, 80º, velocidad 4 (en este caso también es necesario que la temperatura llegue a 80º)
  3. Añadimos el contenido del sobre blanco (ácido málico y ácido tartárico) y mezclamos 10 segundos, velocidad 4.
  4. Ahora tenemos que esperar a que la temperatura del vaso baje a 60º (en mi caso fueron unos 8 minutos, pero dependerá de la temperatura ambiente).
  5. Cuando la Tmx marque ya 60º, añadimos el contenido del sobre morado (bicarbonato sódico) y mezclamos 1 minuto en velocidad 4.


Se puede hacer también sin Thermomix, en un cazo al fuego, aunque en este caso necesitaríamos un termómetro de azúcar;  la verdad es que la máquina nos facilita enormemente el trabajo sobre todo por el control de las temperaturas.

Espero que no terdéis en preparar la receta y dejarla reservada, porque en breve vamos a comenzar a darle uso!

Besos!
Montes

Pollo al limón en cocotte

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Este año he debido ser muy buena, porque he tenido unos regalos de cumpleaños estupendos. Además del molde Heritage de Nordic Ware para bundt cakes que estrené la semana pasada con este bizcocho, también me han regalado una cocotte. 


Tenía muchas ganas de tener una. La verdad es que me hubiera gustado tener la cocotte por excelencia, de la marca Le Creuset. Pero debido al demasiado elevado precio de éstas, de momento me conformo con ésta, que es de IKEA, y con un precio mucho más módico. De todas formas, si comienzo a darle buen uso, como preveo, no descarto terminar haciéndome con una Le Creuset (desde aquí lanzo un llamamiento a eventuales patrocinadores, por si se sienten magnánimos y les apetece contribuir con el buen funcionamiento de este blog, jeje).


Una cocotte es una olla fabricada con hierro fundido, revestida normalmente de material cerámico, ideal para cocinar los alimentos de forma lenta y en su propio jugo, pues al taparse se consigue que no se escape la humedad generada en la cocción. Es adecuada tanto para cualquier tipo de placa (vitrocerámica, gas, eléctrica o incluso inducción) como para horno, con lo cual podemos comenzar y terminar el plato utilizando sólo un recipiente.



Pollo al limón en cocotte




Ingredientes:


  • 1 Kg. de muslos de pollo, o de pollo troceado
  • 50 gr. de mantequilla
  • 1 limón grande
  • 1 cebolla mediana
  • 1 cucharada de orégano
  • Sal

Preparación:


  1. Precalentamos el horno a 200º.
  2. Ponemos la cocotte al fuego y derretimos la mantequilla. Pochamos en ella la cebolla (1)
  3. Cuando esté ya transparente, añadimos el pollo (2), y cuando comience a dorarse añadimos la piel del limón (3) sin nada de la parte blanca (para que no amargue), el orégano y la sal.
  4. Removemos todo bien y dejamos cocinando unos 10 minutos; cuando empiece todo a coger color (4) lo metemos en el horno (5), tapado, durante 30 minutos (6). Después quitamos la tapa y dejamos al menos 15 minutos más en el horno, para que se dore bien.
  5. Podemos servir acompañado de arroz o patatas, fritas o asadas.




Es la primera receta que he hecho con esta olla, pero su sencillez y facilidad de uso me han encantado, así que probablemente veáis más platos preparados de esta manera. Si aún no tenéis una, es posible hacer esta receta de igual manera comenzando con una cazuela normal al fuego, y luego trasladando el pollo a una bandeja de horno, cubierta con papel albal para que no se escape el vapor y pueda hacerse en su propio jugo.


Pero de verdad os animo a haceros con una de estas ollas, tanto si podéis adquirir una de más calidad o tenéis que conformaros con el modelo más económico, como yo. Es una inversión estupenda, pues dándole un buen uso puede durar toda la vida.

Probad a hacer esta receta, y ya me decís!

Besos!
Montes 

Ensalada de espinacas con queso feta, nueces y pasas

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De nuevo vengo con una receta salada, o al menos una receta no dulce. Pero es que esta ensalada es una de mis favoritas, riquísima y muy completa, si no la habéis probado nunca os aconsejo que lo hagáis.


Y eso que a mí no me gustan las espinacas. Nada. Pero cuando me quedé embarazada de mi primera hija, la matrona me recomendó tomar alimentos ricos en hierro, y entre ellos destacan de forma importante las espinacas. Cocidas no puedo con ellas, y las tolero gratinadas con bechamel, pero así hacen que se pierda gran parte del propósito que tenemos al tomarlas, que es no abusar de las calorías.


Así que probé a tomarlas frescas, en ensalada. Y me llevé una agradable sorpresa, pues de esta manera no sólo me gustaron, sino que me encantaron. Normalmente suelo ponerlas de la manera que las he preparado hoy, pero admiten multitud de combinaciones.

Las espinacas son una fuente de vitaminas, fibra, proteínas y minerales. Además tienen propiedades antioxidantes, que protegen del daño celular. Tienen muchos beneficios que podemos encontrar en las carnes rojas, pero con una mínima cantidad de calorías y sin nada de grasa.

Si además las acompañamos con nueces, fuente natural de grasas Omega 3 y Omega 9, que nos ayudan a combatir el colesterol y prevenir la mala circulación de la sangre, y con queso feta, fuente de proteína y calcio, y también con propiedades antioxidantes, nos encontramos con una ensalada muy completa y nutritiva.

En este caso también le he añadido pasas, aunque le he puesto sólo unas poquitas para no abusar, pues si que es verdad que engordan no son muy light. Pero contienen también entre otras propiedades beneficiosas una gran cantidad de hierro, por lo que junto con las espinacas y tomadas con moderación son estupendas para evitar la anemia.



Ensalada de espinacas con queso feta, nueces y pasas



Ingredientes:


  • 100 gr. de hojas de espinacas, lavadas y sin el tallo.
  • 100 gr. de queso feta, cortado en taquitos
  • 1 puñado de nueces, peladas.
  • 3 cucharadas de pasas sultanas.
  • AOVE, vinagre y sal.

Preparación:

  1. Lavamos bien las espinacas, y escurrimos para que no les quede nada de agua.
  2. Cortamos el queso feta en taquitos, y lo ponemos sobre las espinacas, junto con las nueces y las pasas. Las cantidades indicadas arriba son orientativas, si os gusta un ingrediente más se puede añadir la cantidad que se quiera.
  3. Sazonamos y aliñamos al gusto. Servimos inmediatamente.



Una receta sana, nutritiva e ideal para la operación bikini. ¿Qué más se puede pedir?

Espero que os guste!
Montes

Duelo de Chefs en Miele Center: encuentro con la Selección Española de Cocina

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La semana pasada recibí una invitación para participar el miércoles 25 de junio en la I Batalla de Chefs en las fantásticas instalaciones que Miele tiene en Alcobendas: un increíble showroom que ya tuve oportunidad de visitar con ocasión del curso de pan casero que Su, de Webos Fritos, impartió el pasado mes de febrero, y en el que quedé absolutamente enamorada de las cocinas y electrodomésticos que tuvimos la suerte de utilizar. Así que os podéis imaginar la ilusión que me hizo poder volver allí, sobre todo porque además en esta ocasión se trataba de participar de forma activa en las cocinas, junto con miembros de la Selección Española de Cocina y otros compañeros blogueros y periodistas.

En el duelo se iban a enfrentar dos equipos: el rojo, capitaneado por el televisivo chef Sergio Fernández, Director Técnico de la Roja de la cocina, popular por programas como S.O.S. cocina, Cocinamos contigo o Duelo de chefs y profesor en la Escuela Superior de Hostelería, y por Carlos Durán, capitán de la Selección y actual campeón del Sur de Europa por la Federación Mundial de Chefs.

Frente al equipo rojo, el equipo azul estaba liderado por Jesús Almagro, ex-concursante de Top Chef y miembro del Comité Técnico Culinario de la Roja de la cocina, y por Alberto Moreno, Subcapitán de la Selección, representante de España en el concurso internacional Bocuse D'Or 2014, y Jefe de Cocina y propietario del restaurante DH Gastro.

Jesús Almagro y Alberto Moreno, capitaneando al equipo azul.
Carlos Durán y Sergio Fernández, al frente del equipo rojo.

Para acompañar a los chefs, nos dividieron a blogueros y periodistas entre los dos equipos; al equipo rojo fueron Sergio de Recetas del Señor Señor, Sofía de Mil Ideas, Mil Proyectos, Carmen de Yerbabuena en la Cocina, Rosalía de RossGastronómica, y Julie, periodista representante de la revista Sobremesa

Y en el equipo azul estábamos, incluyéndome a mí, Bea de 2Mandarinas en mi Cocina, Carmen de Recetas de Tia Alia, Yolanda de Cocido de Sopa, y Alejandra Feldman de Periodismo Gastronómico.

El duelo consistía en preparar una receta con los ingredientes que encontráramos en una caja sorpresa, de los cuales uno necesariamente teníamos que cocinarlo al vapor empleando los fantásticos hornos a vapor de Miele, y emplatar cuatro raciones para la posterior valoración del jurado. Para ello disponíamos de 90 minutos de tiempo.

El equipo azul, comenzando con los preparativos del plato.

Los miembros del equipo rojo, en plena faena.





En nuestro equipo, dirigido a la perfección por la experta mano de Jesús Almagro y de Alberto Moreno, decidimos preparar un secreto ibérico marinado con cerveza, aceite de oliva virgen extra y shisho verde y púrpura (un tipo de hierba que aporta un cierto sabor amargo) y posteriormente salteado al wok. Para acompañarlo, preparamos una base de emulsión de agua de tomate y aceite de oliva, dados de calabaza cocinada al vapor y dados de patata cocida en leche, todo ello también salteado, y resaltado por un polvo crujiente de jamón ibérico, bastones crujientes de puerro y flores comestibles. El nombre final del plato era Cremoso de tomate rosa con secreto ibérico de capa blanca macerado en cítricos y picual.


Últimos momentos de la elaboración de nuestro plato, ya emplatando las cuatro raciones.
Por su parte, el equipo rojo elaboró un plato en el que contrastaban distintos sabores, desde el dulce al picante, y del que me encantó una deliciosa mermelada picante de tomate que acompañaba genialmente a unos rollitos de presa ibérica envueltos en jamón ibérico. Siguiendo el espíritu alegre y divertido del equipo rojo, el nombre de su plato era Cena entre amigos.


Ambos equipos, con el resultado final de sus respectivas aportaciones.

El jurado estaba compuesto por Su, de Webos Fritos, y por Rosa María González, directora de la Cátedra Ferran Adrià. Tras probar ambos platos y una difícil deliberación, finalmente se decantaron por declarar ganador nuestra propuesta, por sabor, originalidad y buen emplatado.



Gracias a uno de los patrocinadores, El Edén de la Sapidez, podéis ver un vídeo donde se resume todo el evento.

El equipo ganador al completo, comprobando la calidad de las medallas!

Y el equipo subcampeón!







En resumen, una experiencia fantástica y súper enriquecedora. Nos permitió trabajar en equipo, conocer un poco más de cerca cómo se preparan grandes recetas, y sobre todo, pasarlo genial en compañía de amigos y grandes profesionales de la cocina.

Espero que os haya gustado mi breve crónica!

Muchos besos!
Montes

Helado de Pantera Rosa

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Parece que este año el buen tiempo, al menos el calor típico del verano, se está haciendo de rogar. Aunque hay algún día suelto en los que el sol aprieta un poco más, la verdad es que estamos teniendo un verano de lo más fresquito. 




Y, para ser sincera, teniendo que ir todos los días a trabajar y sin poder ir a la piscina más que en fin de semana, debo confesar que agradezco profundamente estas noches tan agradables que estamos pasando, ese airecito fresco que entra por la ventana, arroparme tan a gusto con el edredón (sí, el edredón, aún no lo he guardado)... Una se levanta más a gusto sin haberse pasado toda la noche dando vueltas en la cama sin poder dormir del tirón por culpa del calor!




Sin embargo, las temperaturas tan suaves que estamos teniendo no son buenas para todo, pues por ejemplo no es lo mismo tener que irse de terrazas llevándose una rebequita en pleno julio. Si es que no pega! En julio las rebequitas normalmente han quedado ya relegadas al fondo del armario, y no las suelo sacar más que cuando preparo la maleta para irnos a Santander (ya sabéis que en el norte en agosto hace falta el abrigo igual que en el resto de España en marzo: en mi pueblo tenemos abrigo de invierno y abrigo de verano).




Este tiempo tampoco es bueno para mis ganas de comer helado. Por un lado es algo positivo (menos calorías pa mis caderas), pero el caso es que ya me apetecía sacar la heladera del trastero e inaugurar oficialmente el verano con el primer helado de la temporada, independientemente de si me lo tengo que comer con chaqueta puesta o sin chaqueta :)




Hace ya tiempo que le ví este helado a Victor, y prometí que iba a ser el primero que preparara este año. Con lo que me gustan a mí las Panteras Rosas, no podía dejar de probar un helado que supiera a mi pastelito favorito. Lo he hecho en versión paleta y en versión normal, para sacar bolas de helado. Debo decir que ésta última ya ha desaparecido de mi congelador... Si os gustan las Panteras Rosas (Pero de verdad hay alguien a quien no le gusten???) no podéis dejar de probar este helado.




Helado de Pantera Rosa


Ingredientes:

(Para aproximadamente 1/2 litro de helado)


  • 3 pastelitos Pantera Rosa
  • 100 gr. de azúcar (50 gr. de azúcar normal y 50 gr. de azúcar invertido)
  • 200 ml. de leche entera
  • 2 yemas de huevo
  • 200 ml. de nata para montar 
  • Candy Melts rosas (opcional, si vais a hacer la opción paleta)

Preparación:


  1. Ponemos las Panteras Rosas un poco desmenuzadas a mano en el vaso de una batidora junto con la leche, y lo batimos hasta conseguir una crema rosa. Reservamos.
  2. Batimos las yemas de huevo junto con el azúcar hasta que blanquee y aumente un poco de volumen. Añadimos el azúcar invertido y mezclamos de nuevo. Juntamos en un cazo esta mezcla con la anterior de leche y pastelitos, y lo calentamos sin dejar que hierva durante unos 10 minutos, removiendo continuamente. Tras ese tiempo, retiramos del fuego y dejamos que enfríe completamente.
  3. Cuando la mezcla esté fría, montamos la nata, que deberá estar bien fría, para lo que nos habrá sido útil haberla dejado unos minutos antes en el congelador.
  4. Cuando tengamos la nata montada, añadimos la mezcla reserva y lo vamos integrando suavemente con movimientos envolventes. Volvemos a llevar la mezcla a la nevera al menos una hora para que esté bien fría antes de ponerla en la heladera.
  5. Transcurrido ese tiempo, vertemos la mezcla en la heladera y mantecamos durante unos 35-40 minutos.
  6. Mientras se hace el helado, derretimos unos Candy Melts de color rosa, y pincelamos el interior del molde elegido para las paletas, cuidando que no quede ningún espacio sin cubrir. Los metemos en el congelador para que endurezcan.
  7. Cuando haya terminado la heladera, vertemos la mezcla sobre nuestros moldes preparados, ponemos el palito y llevamos al congelador la menos 5 horas (el tiempo dependerá de la capacidad congeladora de nuestro frigorífico. Yo lo hice de un día para otro). Como me sobró mezcla, el resto lo puse en un tupper para poder hacer bolas de helado.
  8. Para desmoldarlos, dependiendo del molde elegido, quizás debereis mojar ligeramente el exterior del molde con agua templiada para facilitar el desmoldado. En mi caso no ha sido necesario, pues he utilizado un molde de silicona que se desmolda divinamente!


Si a estas alturas de la entrada estáis pensando en ir rápidamente al súper a por Panteras Rosas, contentos por tener una nueva excusa para comprarlas, entonces es que sois de los míos! Espero que os guste!

Besos!
Montes
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